Noel Gómez el hombre que ha presenciado unos siete mil sepelios en carruaje fúnebre de Masaya

Noel Gómez el hombre que ha presenciado unos siete mil sepelios en carruaje fúnebre de Masaya

José Noel Gómez Morales, de 70 años, es el hombre cuya tez blanca y a la vez enrojecida, demuestra seriedad, respeto y tranquilidad al momento de conducir un carruaje fúnebre en la ciudad de Masaya, y casi toda Nicaragua. Aunque parezca una persona de pocas palabras es muy conversador y más aún si se trata de hablar de su kilométrica experiencia como conductor o “cochero”de carrozas fúnebres.

Su trabajo en funerarias inició cuando tenía la edad de 15 años, sin imaginar que durante un poco más de 50 años se ganaría la vida junto al luto de las familias que despiden a sus seres queridos en este distinguido y tradicional carruaje tirado por caballos. “Yo tenía entre 14 y 15 años cuando empecé a trabajar en funerarias, en aquel entonces, en los años del terremoto Managua (1972). Antes me ganaba la vida en coches tradicionales, hasta que el dueño de la funeraria Reñazco me dijo que trabajará en los sepelios llevando a los deudos hasta su última morada en carruaje fúnebre. En esos años solo trabajaba con la funeraria Reñazco y González, recuerdo que ganaba 20 córdobas por cada sepelio, habían bastantes, ya que solo existían esas dos funerarias en Masaya”, asegura don Noel a MASAYA AL DÍA, mientras espera que finalizara una misa e iniciar el recorrido hasta el cementerio San Carlos, ubicado al noroeste de Masaya.

Noel Gómez el hombre que ha presenciado unos siete mil sepelios en carruaje fúnebre de Masaya

El “Chele” cochero como llaman de cariño a Gómez ha viajado hasta la Costa Atlántica, región Norte, Central y del Pacífico del país a excepción de Chinandega. Además, calcula que durante cinco décadas ha estado junto al carruaje en más de siete mil funerales. “En la mayoría hay música, ya sea mariachis, filarmónicos y marimba, pero recuerdo tres en particular un señor de Jinotepe, fundador de las hípicas, una gran cantidad de personas, la multitud se caracterizaba por hípicos (montadores) y me llamó la atención que iban cuatro perros fieles al difunto, imagínese que los perros aullaban en el entierro”.

“Fíjese que lo sepultaron en su finca junto a su esposa. Otro funeral fue el de una señora del municipio de Nagarote, ella fue varias veces mayordoma de fiestas patronales y hasta en una barrera entré con el féretro donde hicieron homenaje, música, comida y hasta licor en ese funeral muy alegre a pesar de su muerte”, recuerda.

TODA UNA VIDA EN CARROZA FÚNEBRES

Funerales de personas adineradas, de escasos recursos y de personalidades como la ex primera dama Lila T Abaunza (qepd), esposa del ex presidente Enrique Bolaños (qepd,) es parte de lo que ha vivido don Noel, quién lamenta mucho ver cómo en los sepelios familiares no entran a los templos católicos o iglesias evangélicas. “No me explico cómo es posible que una creencia pueda más que acompañar a un difunto en todo el recorrido hasta su última morada. Por respeto deberían de hacerlo pienso. Es duro ver el dolor de las familias en cada sepelio, yo lo viví cuando me tocó llevar a mi dos hermanas en la auriga fúnebre que conduzco”, dijo el septuagenario.

Actualmente trabaja dos o hasta cuatro días a la semana y por cada sepelio se gana 500 córdobas, pero si va fuera del departamento son 1, 500. “En un camión se monta el carruaje y caballos para ir a otro departamento, donde la gente admira este tipo de carruaje. Ahorita trabajo para la funeraria Reñazco y La Última Joya, entre otras”, agrega.

Noel Gómez el hombre que ha presenciado unos siete mil sepelios en carruaje fúnebre de Masaya

Don Noel Gómez nació en el municipio de Diría, en Granada, pero a la edad de seis años emigró junto a su mamá a Masaya. Aunque se siente un masaya más será sepultado en su lugar de origen, sin carroza fúnebre. “Ya tengo todo listo con una funeraria y me van a enterrar donde soy originario. Me da lo mismo no ir en carruaje, lo que debe cumplirse es mi funeral en Diría, Granada”, sostiene.

Su trabajo le gusta mucho, pues se ha ganado la vida dignamente, sus hijos trabajan en el ramo de la ebanistería. Este personaje enfatiza que dejará de conducir con su elegante traje blanco, gris o negro hasta que Dios se lo permita. En Masaya hay unas dos personas más que tienen este trabajo junto al “Chele” Gómez llevar hasta su última morada a los seres queridos.

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