Hace más de 40 años el grito inconfundible de doña Juanita Lezama ofreciendo quesillos se escuchaba como eco en las principales calles de Masaya, despertando en la población el deseo de saborear este delicioso platillo nicaragüense.
La esquina suroeste del Mercado de las Artesanías es un lugar de referencia por los quesillos de doña Juanita, quien según su hija, Iniser Del Socorro López Lezama, se ubicó en este lugar por sugerencia de los mismos clientes. “Mi mamá me contaba que la misma gente le decía: Juanita ponete en la esquina del mercado de artesanías porque escuchamos tu grito de “Quesillooo…” ¿pero no sabemos por dónde andas? y así te buscamos en un solo lugar, y fue así que ella se apostó con su batea y quesillo en ese lugar hasta donde llegaba la gente y sigue llegando, aún después de la muerte de mi mamá”, dijo con orgullo una de las herederas del tradicional quesillo.
Doña Juanita (QEPD) se ganó el corazón de los masayas por su quesillo bien elaborado y su gran carisma, pues siempre trataba a sus clientes con mucha amabilidad ofreciendo además una plática amena. Los famosos quesillos también eran infaltables en el antiguo estadio Roberto Clemente, ya que la demanda era muy buena, además su propietaria era fiel fanática del equipo San Fernando.
Su legado gastronómico continúa en sus hijas
El puesto ubicado en la esquina del Mercado de Artesanías quedó a cargo de su hija Iniser, quien genera tres empleos y sigue con este trabajo en honor a su madre, manteniendo la misma calidad en el producto como le gustaba a doña Juanita. “A mí mamá le gustaba ofrecer un buen quesillo, con su tortilla caliente y crema de calidad, para ella eso era lo más importante la calidad y que el cliente quedará satisfecho, nosotros estamos ofreciendo la misma calidad pues lo aprendimos de ella”, menciona su hija.
Otra de sus hijas, Angelina Lezama, también elabora quesillos con la misma calidad de los de su mamá, quienes los han probado en el Mercado Municipal de Masaya . “La venta de quesillo es una bendición para toda la familia Lezama, mi mamá sacó adelante a todos sus hijos con este negocio y ahora nosotros también estamos sacando adelante a nuestros hijos con la venta de quesillos, mi madre fue una mujer ejemplo de trabajo dignó y de superación”, comenta con entusiasmo Angelina.
Doña Juanita y sus quesillos es parte de la historia y tradición de Masaya, pues muchas personas llegan a comer un delicioso quesillo y a recordar cuando sus padres los llevaban a ese lugar, otros regresan después de muchos años a saborearlo, ya sea porque se encontraban fuera del país o vienen de otros departamentos. Ella falleció el 29 de enero del 2020 a los 75 años, de los cuales más de 40 se dedicó a vender quesillos, siendo ella el pilar principal de sus 8 hijos con el negocio de los quesillos y la ayuda de Dios.
Hablar de quesillo en Masaya es hablar de doña Juanita Lezama, quien aprendió a elaborarlos a manos de unas mujeres originarias de Nagarote, siendo una de las mayores bendiciones que Dios le dio a ella y su familia. Sus hijos honran su memoria con el amor a Dios y el trabajo dignó que les inculcó su madre, y que ellos tratarán de seguir con sus hijos para mantener vivo el nombre de los Quesillos Juanita.