El barrio indígena de Monimbó, Masaya, es uno de los más activos, ya que desde tempranas horas de la mañana está en pie de trabajo. Muchos van a vender al mercado municipal Ernesto Fernández, otros se dirigen con sus productos y artículos a Managua. También muchos monimboseños que trabajan desde sus casas convertidos en talleres donde las risas y bromas de los artesanos se combinan con los diferentes pasos para confeccionar el calzado, sombreros de palma entre otras artesanías y artículos.
El trabajo y sobre todo por cuenta propia es otra característica de los monimboseños. La Avenida Real de Monimbó es un total ajetreo de personas y vehículos, sin dejar de mencionar el ingreso de los estudiantes al colegio Salesiano Don Bosco. El trasporte urbano desciende de los llamados cementerios del norte de Monimbó con rumbo al centro de compras el pulmón económico de Masaya.
En los diferentes hogares se ofrecen tortillas con cuajaditas, café ,pan, y desde los viernes nacatamales, frutas , rellenitas, refrescos, y en la placita tamales y platos típicos a base de cerdo . Por otro lado la Iglesia Santa María de Magdalena desde tempranas horas recibe a feligreses, y en sus alrededores también hay actividad económica.
Monimbó de abajo y Monimbó de arriba como lo describen sus pobladores es una sola expresión de cultura, trabajo, jolgorio que representa a Masaya. El barrio indígena goza de muchos personajes distinguidos y de tradicionalistas que mantienen viva su esencia ancestral. En Monimbó casi todos sus pobladores se conocen aunque a muchas familias por sus seudónimos o apodos.